Revista Umělec 2007/3 >> Art Basel Etiopía | Lista de todas las ediciones | ||||||||||||
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Art Basel EtiopíaRevista Umělec 2007/301.03.2007 Thomas Haemmerli | pesto sauce | en cs de es |
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No, no, el Art Basel 2007 señala en una nueva dirección: hipertrofia. Los precios suben, las ventas se incrementan, los visitantes llegan en multitudes, los eventos paralelos se reduplican y tomando ventaja de la corriente creada por Basel, cada año surgen nuevas ferias que quieren beneficiarse de la actual locura de los compradores. No es tan solo el autor de esta crónica el que no reconoce lo que está sucediendo cualitativamente, lo que es importante y lo que no lo es. Todo el mundo está fallando aquí, puesto que el principal trabajo de los comisarios es la selección de galerías de importancia. Batallando entre la arribazon de gente, es entonces que se aprecia un vistazo del universo artístico de los últimos cien años.
Por aquí un Schiele fuera de mercado, por allá un Picasso de segunda categoría, al fondo tres Fontanas acuchillados, muchos saldos de Warhol; tirado en el suelo un Andre, un Judd ha sido atornillado en la pared de uno de los puestos. Un Damien Hirst monocromo con mariposas descompuestas sobresale como un, aun, gesto fuerte. Hace apenas dos años podría haber visto las mariposas muertas clavadas en un corazón rosa, lo que estaba mejor, mas cruel y mas cínico. Nuevamente, Opie se aparece con secuencias de mujeres escasamente vestidas, caminando en la calle y algunas veces, el Art te hace sentir como si estuvieras participando en un programa nocturno de preguntas sobre el arte, un “¿Quien quiere ser un millonario en el mundo del arte?” donde los participantes compiten a ver quién puede recordar los nombres de todos los artistas actuales. En medio de esta abundancia, lo conocido y estridente se lleva el premio. No puede uno dejar de sentirse un poco melancólico cuando se observan todas las marcas de artistas que siguen copiando una idea que alguna vez los hizo famosos hace veinte o treinta años. Son los “one hit wonders” del mercado del arte –gente que reproduce sus hits una y otra vez para los compradores que buscan incrementar sus colecciones, apoyándose en material familiar. En cualquier caso, el comprador –lo siento, el coleccionista- es parte del espectáculo y es precisamente él o ella quien le añade entusiasmo al Art. Cuando todos los multimillonarios se apiñan en el patio central el día de la Primera Selección, esperando su champagne y salchichas; cuando están dispersos por las escaleras y los jardines, hartos de los redobles artísticos, se tiene una buena oportunidad de observar los rostros quirúrgicamente estirados de las “esposas trofeo” y sus vestimentas extravagantes y excéntricas de diseñador, hasta que, a las seis de la tarde, las puertas se abren para los parias que han sido invitados solamente a la inauguración oficial; quienes, en otras palabras, solo entran una vez que los mejores tratos se han cerrado y la multitud de la “Primera Elección” ha escapado a su hotel. Aun así, ser invitado a la inauguración oficial es mucho mejor que tener que comprar un boleto junto con los indeseables. Aun en el DíA de la Primera Elección, como sea, existen diferencias sutiles entre las personas con status VIP. Lo que importa es a cuántas cenas-gala hayas sido invitado y si los principales dueños de galerías dejan todo lo que estan haciendo en el momento en que te ven y exclaman llenos de alegría: ¡Sara! ¡Bob! ¡Haemmerli! Comparando, a nadie le gustaría estar en los zapatos de Lukas Muhlemann. Parado estoicamente en el patio principal, Muhlemann, anteriormente cabeza de la empresa McKinsey Switzerland y jefe caído de Credit Suisse Group, quien fuera co-responsable de la insolvencia de la aerolínea nacional Swissair, empresa que ha convertido a este hombre en un intocable en Suiza; todo el mundo pretende no saber quién es. Nadie, por supuesto, quiere ser visto con ese tipo de persona sin importar cuántos Rauschenbergs ha comprado. En pocas palabras, la función de Art como evento social es al menos tan importante como su función como una ocasión para comprar obras de arte. La pregunta más importante en donde figura Art es: ¿Ya compraste algo? ¡Oh, por supuesto! Para el segundo DÍA ya tuviste oportunidad de saludar a un buen numero de alegres dueños de galería a cuyos negocios les está yendo extremadamente bien (toma en consideración que los dueños de galería seguirán afirmando que “!Las cosas van de maravilla!” mientras que las luminosas decoraciones brillan en el escenario). La segunda pregunta que se hace mas frecuentemente en esta ocasión es la de quien será el sucesor de Sam Kéller como director de Art. El Sr. Kéller, quien se hará cargo de Museum Beyeler, ha situado Art en una nueva liga al establecer el Art Basel Miami Beach, una pincelada genial que le permitió anticipar una feria rival en los Estados Unidos. Kéller es un maestro en el arte de socializar, Kéller conoce personalmente a todos los Tom, Dick y Harry, Kéller es un “party animal”, Kéller funciona con adrenalina todo el tiempo y probablemente mantendrá su fama y reputación como el Sr. Art, puesto que tres sucesores tomarán su lugar. Otro caso de hipertrofia. El establecimiento del Art Basel Miami Beach ha tenido un sorprendente efecto de mercadeo cruzado: desde entonces, más personas han viajado a Basel, no menos. Por esta razón, Art en realidad no esta preocupada acerca del hecho que Basel ha sido testigo del surgimiento de un mayor numero de ferias de arte. Existe la “Lista”, fundada por galerías fuera de corriente; luego hay una feria local, para aquellos que encuentra que la “Lista” no está lo suficientemente fuera; para aquellas galerías de renombre que no lograron llegar al Art, existe Volta y Scope; los Latinoamericanos hacen acto de presencia con la Balentina. En estas ferias, existe mucho chismorreo acerca de Art donde la gente compra todo; compra cosas ciegamente, se dice, ¡de cualquier manera esto no importa!. Adicionalmente a la envidia, las ventas y el espectáculo de feria de Art Basel fascina a la gente a tal grado que el Art por si mismo se ha vuelto sujeto de obras de arte. Por ejemplo las pinturas del artista Chino Zheng Guogu, han inmortalizado diferentes ángulos de Art, incluyendo a su director Sam Kéller; Otro ejemplo son las vitriólicas y provocativas obras del Español Eugenio Merino, quien hace campaña por un Art Basel Etiopia, utilizando publicidad iluminada, con la imagen corporativa de el Art Basel y el Art Basel Miami Beach.
01.03.2007
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