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Poeta SepultureroRevista Umělec 2008/201.02.2008 Andrej Bazant | fuera - entrevista | en cs de es |
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Algunas veces das conciertos con el grupo Ruce naší Dory (Manos de Nuestra Dora), diriges el Varlèn Puppet Theatre, con el que presentas tus obras para marionetas. ¿Has escrito alguna vez prosa?
Siempre estuve un poco molesto por eso. Antes de llegar a algún mensaje, passa muchísimo tiempo. Pero actualmente me encuentro involucrado en cierto proyecto. Se llama “Pastýřské déja-vu” (Déja-vu Pastoral). Quizá ésto también sea prosa. Se enfoca en los escritos cotidianos de un hombre en su diario, que se encuentra residiendo temporalmente en una vicaría tras haber sufrido de pérdida de memoria o una crisis de identidad. No sabe si es un prisionero o un ministro local. Trata de descubrirlo, pero termina pasando de un déja-vu a otro déja-vu. Yo mismo viví alguna vez en una vicaría. Con esos tremendos calores de los que tanto sufro. Se encuentra uno en un estado lánguido, extraño. Entonces, durante una semana escribí numerosas entradas que equivaldrían aproximadamente a un mes en la vida del mencionado hombre. Me tomé un largo intermedio. Esto es importante para mí. No tener que estar contemplando el papel vacío, rayado. Caminaba alrededor y siempre escribí entradas individuales en varios lugares de los márgenes y los alterné con dibujos. Éstos fueron del interior y exterior de la iglesia. De hecho tenia acceso libre a la sacristía. Caminaba alrededor describiendo mis experiencias y las coloqué todas dentro de la estructura de los problemas de mi héroe. Al final el resultado fue un gran lienzo lleno de dibujos, títulos y anotaciones. Desde balbuceos banales, a reflexiones sobre su vida, su situación. Eres un poeta, un músico, un artista y escribes obras. Ahora dibujas cómics. Červený Amadeus (Amadeus Rojo) es un afilado reto para las burbujas vacías(promesas). También un asunto marginal. Pero Varlén es importante para mí y en tiempos recientes es casi como un tipo de buque insignia, un barco pirata. Con Varlén pasé mi primera experiencia absoluta en el camino hacia una expresión artística. Me ayudó muchísimo tener una imagen frente a mi. Puse la imagen junta y la sobretejí con textos. Al final salió muy bien y empecé a sentir cómo funcionaba. Por casualidad completamente, encontré un método que me trajo alegría. La mayoría de las cosas sólo las tolero. Es un asunto fragmentario. Combino fragmentos de las imágenes originales y las convierto en una sola imagen o en una cadena de otros fragmentos. Como regla general, todo ésto, al principio, se desarrolla intuitivamente –como un mosaico, el que yo posteriormente conecto con relaciones. No tiene por qué crear lo que llamamos una historia. ¿De dónde viene el formato para Varlén, tu collage-cómic imaginario? No puedo pasar por alto nada. Primero y principalmente, hay catálogos y folletos que son arrojados a nuestro buzón. Lo más importante es el método con el que trabajamos con ellos. Ningún cambio electrónico ni fotocopiado. Deben de ser hojas de collage originales. Si voy a necesitar quince retratos de Jan Amos Komensky, tengo que salir y conseguirlos. Así es que prefiero utilizar tantos como tenga disponibles. Varlén trae varias cosas a la mente. Rollos de película en blanco y negro de grotescas imágenes cortadas y dibujadas por niños. Podría decirse que contienen elementos del Dada y del Surrealismo. Es una sátira comunal pero también política. El resultado son cómics en un collage nerviosamente compuesto ¿Cómo te iniciaste trabajando en este formato? Me reuní con SilvaT que ha dibujado cómics por mucho tiempo. Me inspiró a realizar un cómic heroico conjunto. Antes que nada necesitaba un héroe. Le ofrecí el Red Amadeus de mis obras del mismo nombre. Pero el caballero, inclinado a la filosofía, resultaba tan sólo un dandy lascivo en el cómic. Un anecdotario en lugar de ficciones mucho más complicadas. Me acercaba al final. Los cómics me empezaban a divertir. Nunca antes lo había hecho y quería intentarlo, pero no sé dibujar. Entonces SilvaT me dijo que es posible hacer collages cómic. Me explicó que esto se hace de la misma manera que un cómic clásico, pero, desde luego, los artistas cuentan con una enorme cantidad de material. Cuando no saben o no quieren dibujar, entonces solamente pegan el objeto. Luego, como soy un idiota, quise intentarlo. ¡Que atemorizante forma de esclavitud! Piensa uno una historia y luego buscas una imagen de una maleta, digamos, ¡pero, necesitas cinco maletas! Yo dije, esto no funciona. Así que después simplemente di rienda suelta al proceso y produje historias basándome en lo que tenía. De repente, increíbles collages empezaron a surgir justo frente a mis ojos. Parecía que trabajar en forma libre con los recortes fuera un juego. Pero de hecho es una disciplina seria y exigente. Varlén tiene dos subtítulos importantes: “Diario de las Preocupaciones Cotidianas” y “Cómics en el Filo de la Existencia”. Así que no es nada risible. Contiene un subtexto urgente. Yo hago el mapa de los papeles individuales y les asigno un nombre en mi cabeza. El punto focal de Varlén es la estructura, estructuralidad. Pero no puedes negar que al mismo tiempo es muy gracioso. Involucra todas esas cosas. Pienso que no aburrir hasta la muerte al espectador forma parte de una buena educación. El humor frecuentemente se relaciona con su opuesto. ¿Alguna vez viste a un payaso infantil una hora antes de su presentación? Claro, pero cuando consideras a Klíma o a Kafka, entonces estas cosas son muy graciosas (cómicas) y… … y un estremecimiento recorre tu espalda. Yo estaría muy contento si Varlén tuviera el mismo efecto. ¿Tu poesía trabaja de la misma manera? Casi todo trabaja de esa manera conmigo. Eso es probablemente el por qué siempre estoy haciendo tantas cosas al mismo tiempo. Pero manufacturar arte no me interesa. Para mi eso constituye una ancla ontológica. Me apropio de todas las diferentes facetas del arte y quiero probarlas, o al menos trato de experimentarlas. De hecho, es lo que siempre estoy haciendo. Aparte de los grupos musicales, donde es necesario mantener el ritmo, la producción no me interesa. Ni la introducción ni los ensayos. Principalmente, necesito escribir la obra. Después, todo lo que necesito es leerla dos o tres veces junto con los actores y actuar a partir de ahí. Algunas veces puedo repetir cosas. Es muy agradable cuando me invitan a algún lugar a mostrar mis obras. Yo personalmente no me esfuerzo mucho por presentarle al mundo mis obras. Las obras evolucionan meramente por el hecho de ser repetidas. Pero eso es para otras y más resistentes personas. Escribiste Psi setba (Perro Plantando) colección de poesía, desde entonces nada. De eso hace ya un par de años. En ese lapso, tuve que compenetrarme con las operaciones culturales y la gente en esa área, contra mi voluntad. Me siento raro entre los poetas de Praga y los músicos importantes. Son sus egos crípticos. Casi me envenenaron con su poesía. Lamento mucho cuando la ambición furiosa por publicar una “colección de poesía” recibe un portazo en las narices. La poesía es movimiento. Nace de la necesidad. Ha sido compilada. ¡La casa de descanso ha caído! Pero debo confesar que estoy siendo un poco hipócrita, dado que estoy preparando una compilación de “textos no poéticos”. Esos textos se comportan de la misma manera que Varlèn. De una manera topográfica se enfocan en el perpetuo desorden de mi mesa de trabajo. Se llamarán “Klepteton”. El nombre viene de un sueño que tuve. Estaba caminando por un patio y observé el rostro de una mujer a través de una ventana. Entré a un salón de clases y el maestro les mostraba a los alumnos mi retrato o, mejor dicho, una caricatura con un cuervo sobre mi cabeza. El maestro decía algo sobre la colección Klepteton. No tengo la menor idea de lo que la palabra significa. El sueño será un lema. Una colección de sueños realizada como la canción del cisne –en lugar de Traum (Sueño) marcha de colecciones “refinadas”. Tomo notas de los sueños más intensos. SilvaT me pidió que hiciera una tira cómica enorme, realista, para ellos, una que tuviera lugar en los espacios y paisajes reales. Entonces él tomaría fotografías y adaptaría todo al material. Así que bosquejé basado en un tema viejo, obsesivo. Escribí sobre ello en forma de carta. El argumento es como sigue, un cierto hombre está convencido de que la urna funeraria de Ladislav Klíma no está guardada precisamente donde debería estar. Así que un dia, secretamente toma la urna del cementerio de Malvazinky y se la lleva a Cholupice, para examinar su contenido. Éste es un panorama que Klima llamó sorprendente. Al llegar, de hecho lleva a cabo el examen. Pero gradualmente se ve sobrecargado por el peso de la responsabilidad, puesto que éste es un acto realmente fatal. Sucumbe y entonces lo tienta la locura. En su mente de por sí débil, encuentra una manera de deshacerlo todo. Se inventa una forma de llenar la urna con sus propias cenizas y arreglar las cosas de tal manera que (la urna) regrese a la tumba en el cementerio de Malvazinky. Describo con detalle como logra todo ésto. Durante el proceso, utilicé mis conocimientos profesionales de los procedimientos funerarios y todo el trabajo administrativo involucrado. En realidad funciona. Bajo ciertas obscuras condiciones es posible que algo así suceda. Todo ésto está en una carta, en la que el héroe describe en detalle, con un énfasis patológico, todos sus actos a un destinatario predeterminado. Como fue a la oficina de registro funerario donde descubrió cuántas urnas encontraría y cómo luciría la urna de Klima. Contempla él cómo una sola persona levantaría una loza de mármol de trescientos kilogramos. Cómo ocultar la costura para que la tumba luzca intacta. Dado que su mente esta loca, también define los detalles y sus consecuencias. Esta obsesionado con compartir todas las minucias, yo anduve la misma senda que mi héroe. El lector no podrá saber si ésto ocurrió en realidad o no. El hombre que recibe la carta ira a Malvazinky. Él será alguien del negocio de la sepultura como yo. Se dará cuenta de que todo fue realidad, Es una continuación de la estrafalaria historia de las urnas de Klima. ¿Cómo se te ocurrió esta idea? Durante caminatas alrededor del área de Cholupice. Estuve ahí muchas veces. Atraído por su mejor prosa, Cholupicky den (Un Día en Cholupice). Algo sorprendente ocurrió ahí, incluso si el paisaje está actualmente destruido. Klíma es definitivamente parte de ello, lo que en su momento, me destrozó sólo para rehacerme de nuevo. Klíma, Váchal, Brezina y Demi. Éste es un cuarteto que fue fundamental para mí. Contiene posiciones sin las cuales yo no podría funcionar como persona. Como cualquier persona bien educada, yo también, por supuesto, entré al culto de Macha. En Psi setba (Perro Plantando) escribiste, “Cuatro hombres, uno vivo, uno vividor” –¿En este caso hablas de los cuatro que nombraste? ¿Cuál es el “vivo” y cual es el “vividor”? En el momento en que lo escribí, estaba impresionado por la Teoría de la Confiabilidad de Ivan Divis. El vividor es Divis. Yo tenía un concepto significativamente vago del arte después de la Segunda Guerra Mundial y Divis desencadenó su significado para mí. La poesía de Divis es extraordinaria. Nunca antes me había enfrentado a nada como eso anteriormente. Para mi fue una epifanía. Se inició cuando yo lo enterré en el cementerio de Brenov y consideré necesario descubrir algo de eso, acerca de lo que escribió. ¿Tú enterraste a Iván Divis? Si. Yo lo puse ahí. También obtuve ciertos detalles de esos cuervos. Eran muchachos buenos de Hostovice. Se dijo que fue enterrado en algo que parecía el tipo de saco que utilizan los amaestradores de leones. Tenía su galón de oro. Se dijo que llevaba una roca lunar en su mano. Describe esta experiencia en el texto “A za I.D.” (A para I.D.), que abre la colección “Horakúb laboratorni básnik” (Poesía del laboratorio de Horak). El cementerio de Brenov empieza a ser un lugar interesante para ser enterrado. Personas del mismo grupo espiritual se reúnen ahí. Se encuentran Patocka, Lopatka. Yo no los enterré, aún era joven entonces. Pero recuerdo a Karel Kryl, Anastáz Opasek y, por supuesto, Iván Divis. Recientemente, Petr Kabec. Mis manos fueron las ultimas en tocar su ataúd. Esa gente se reúne ahí, debido posiblemente a que quisieron estar lo más cerca de Patocka y Opasek. Debe de ser un lugar interesante. Mácha no está en el aforismo de los “Cuatro muertos…” Fue un poeta moderno y aun así trabajó en un Biedermaier (estilo entre 1815 y 1848 n.del t.). Pongo la mano sobre el corazón, si has leído algo más de su poesía, también hay algo que choca ahí, es sabido que no fue Checo. Pero fue él quien trajo a la mesa unidad y arte. Todo lo que estaba alrededor era sólo papel arrugado. Crudamente estuvo ochenta años adelantado a su época. Su literatura secundaria es abrumadora. Su prosa con elementos autobiográficos. Es completamente solitario. Pero no veo un después, ni continuidad. Si quieres llegar a algo a lo que le puedas otorgar tu sello de aprobado, tienes que volverle la espalda a Mácha y correr en la otra dirección. Es una cobra. No puedes mover un dedo en su sombra. “Psí setba/Perro Plantando” son en realidad doscientos poemas cortos o aforismos. Siempre me complico la vida marcando diversas limitaciones formales. No tan sólo en poesía. Posteriormente me desato las manos y llego a los aforismos. Escribí los primeros veinte y me dije a mi mismo que en realidad me gustaba. Que era exactamente lo que yo me había propuesto hacer. Aquí sigo pensando en la advertencia (consejo) de Klíma, de que cada palabra que escribas debe estar justificada. Si, en los aforismos no necesito romperme la espalda para llegar a un mensaje. Escribí diez. ¿Qué hacía con ellos? No tiene sentido utilizarlos en ningún otro lugar. Así que escribí cincuenta. Entonces pude hacer una colección para mis conocidos. Lo hice. Al paso del tiempo, tres juegos de cincuenta más. La cantidad es importante puesto que, de otra forma, los aforismos no funcionan. Debes tener numerosos aforismos, para que juntos puedan formar algún tipo de imagen. ¿Crees tú que esta tradición hermética es para ti la mejor manera de conectar el mundo interno con el externo? Debo decir que no leo nada de aquellos libros que considero sinsentido. Esto es, por supuesto, dogmático, pero por lo mismo de alguna manera atractivo. Ese es mi modus operandi, la cosa básica sobre la que trabajo al iniciar la creación de algo. El leer a autores como Pierre Lassenic, D.Z. Bor y otros, ese fue en realidad el primer paso para llegar a mi propia poética. Debes escarbar por todo lo que te interesa. Debes convertirte en discípulo de cinco a diez años. Debes de hacer las cosas que te fascinan. Entonces, de repente, debes rechazarlo todo, maldecirlo y seguir tu propio camino por un tiempo. Finalmente, todo regresará pero cambiado por una cierta epifanía. Una relación permanente se desarrolla de este encantamiento. Cuando hablamos de tus inicios ¿Cómo ves a lo que se llama “underground”? Parte de mi obra esta ligada al underground. De hecho encuentro inspiración ahí y mi obra ha sido lo suficientemente formada por eso. ¿Pero la de quién no? Aun así, lo que ahora llamamos el “underground” en el sentido de los descendientes de la Gente de Plástico es un callejón sin salida. No estoy diciendo que todo eso sea risible. Siempre hay numerosos esfuerzos interesantes ahí. Pero actualmente esa corriente vive en otro lugar –en las sub-culturas, algunas sobre las cuales lo desconocemos todo. En mi opinión, no se trata de cómo suene tu música, sino de cómo te acerques a la industria cultural. Ya sea que te importa un comino que suenes en la radio o que sea muy importante para ti hacer tal cosa. La mayoría de los que se declaran “underground” no encajan con esta imagen. Son tipos muy orientados a los resultados, son felices cuando son visibles o “vistos”. Quiero decir ¿Cómo es que el underground se desarrolló aquí, bajo las condiciones Checas? Precisamente, renunciando a la industria cultural comunista. No importa si fueron las canciones de protesta de Charlie Soukup o la música “dark” de la Gente de Plástico. Actualmente existe una aceptación común de que todo lo que se toque en un tono oscuro, o de forma estúpida, es de repente underground. Yo trabajo en esta escena contemporánea, post-underground. Por esta razón, no tengo otra opción. No existe aquí ninguna otra escena abierta. Es tan abierta como es provincial. Aún en la provincia numerosos artistas rurales están creándose sus propios nombres. ¿Has estado creando obra durante veinte años y nunca has publicado una línea? Oficialmente, no. Durante mucho tiempo mi trabajo era malo y gracias a dios, nadie se lo apropió o lo publicó. Pero siempre me ha fascinado la gente solitaria. Cuando los observas y lees sus obras, como esos solitarios lo hacen, entonces te dices que es una especie de deber el hacer las cosas de esa manera. Entonces dejas de preocuparte. Al principio permanece la necesidad de alguna forma de mayor retroalimentación. Con el tiempo eso pasa. Uno adopta un acercamiento mas reservado como el de una persona puliendo el pomo de una chapa. Yo mantengo el balance y escucho las opiniones que me interesan. La retroalimentación es importante, pero es suficiente obtenerla de un par de personas. Al paso del tiempo, uno llega a comprender el valor de la obra propia. Yo no podría esperar que la obra para marionetas Ztraceni v Gottwaldu / Perdido en Gottwald, que fue escrita como un ensayo de vestuario de su propio tipo, fuera un éxito. Estaría loco de esperarlo. Por lo demás, soy un pájaro cucú. ¡Cu-Cú! ¡Cu-Cú!
01.02.2008
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