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LÍNEA SUTILRevista Umělec 2007/201.02.2007 Drew Martin | Reseña | en cs de es |
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Cuando llegué al ARTE&IDEA en el distrito Neoyorkino de Chelsea para entrevistar al comisario de la galería, Haydee Rovirosa y al recién llegado artista, Javier Velasco, no encontré a ninguno de ellos. Habían salido para obtener una herramienta necesaria para la instalación del espectáculo individual de Velasco, “Línea Sutil” (Subtle Line). El asistente de la galería, Jaime Bandres, me recibió amablemente. Me mostró los espacios y posteriormente se convirtió en un invaluable intérprete. Tuve el privilegio de observar el trabajo de Velasco en un raro momento: a medio desempacar, colocado temporalmente sobre el piso y los marcos de las ventanas. Línea Sutil es principalmente una muestra acerca de la migración, específicamente de México hacia los Estados Unidos, lo que sirve como una metáfora para las fronteras y barreras de la carne, la fe y los sentimientos.
El trabajo de Velasco muestra su dominio de muchos materiales diferentes, con los que comanda un extenso espectro de emoción. El alambre de púas que parece estar en todos lados no es tan solo un imán de atención, sino que nos dirige hacia relaciones aun más complejas. En la mayoría de las mentes este alambre, potencialmente letal, es un símbolo de encarcelamiento, pero en la obra de Velasco este mismo alambre funciona más como el diseño natural de su prototipo orgánico, la espina defensiva. El alambre de púas de Velasco no se ha obtenido de un rollo genérico: de una pieza es presentado como jirones de increíblemente bello pigmento azul formando una pantalla tríptica, que tiene el peso de inalcanzables montañas pero aparenta estar hecha de una cascada de lágrimas. También hay púas que se reúnen en un ramillete de venas formando una máscara de espinos y luego hay ramos de púas que parecen flotar sobre papel, liberadas de su propio propósito de confinar. Lo más cercano a una frontera física en el espectáculo es una instalación de hileras suspendidas de cristal-púas transparente. La transparencia de esta pieza es una incitación así como una ilusión. El observador puede circular fácilmente alrededor de esta barda parcial, pero tiende a apartarse de ella, no por miedo a cortarse, sino por precaución de no romper el delicado cristal. Algunas veces es difícil decir cuáles de los Mexicanos de Velasco son retornados en la frontera y cuales cruzan exitosamente a los Estados Unidos. El punto es que ningún grupo realiza sus sueños. Lo que uno descubre a través del trabajo de Velasco es que el alambre de púas nunca es benéfico. Es ya sea una prohibición o una trampa; mantiene alejada la esperanza y atrapa la desilusión. La colección que transmite específicamente este sentimiento es una fina vajilla, cada plato tiene en el centro, pintado a mano, un retrato de un mexicano con un halo de alambre de púas decorativo (o quizá una corona de espinas) pintada alrededor de la orilla de cada plato. Si esta triste decoración no fuera suficiente para despedazar el ambiente de celebración en una mesa adornada con esta vajilla, los cubiertos son definitivamente perturbadores pues los elegantes tenedores y cucharas terminan en un juego de anzuelos de pesca de plata. Éstos no son meramente utensilios surreales como en la obra de Meret Oppenheim “Objeto: Desayuno en piel”, sino que tienen una presencia utilitaria de la vida real. Ya sea que los retratos en azul pacífico de los Mexicanos en la vajilla parezcan simbólicos, una pequeña colección de color rojo fuerte de retratos de inmigrantes, nos llevan mas cerca de las preocupaciones de los que cruzan la frontera. No existe referencia al alambre de púas en esta serie pero el pigmento rojo y el hecho de que este pigmento es en realidad yodo, dramatiza el cortar de las púas y la necesidad de desinfectar las heridas. A partir de esta serie podemos leer mucho mejor las más gráficas muestras de la exhibición: dos retratos, más grandes que la realidad, de cuerpos de jóvenes, desgarrados por lágrimas de Velasco; largas astillas congeladas de cristal transparente. Lágrimas, otro tema recurrente en mucha de su obra, caen de lugares inesperados, como el ojal en un cuello de camisa, puesto que Velasco explica, “No se supone que los hombres lloren”. Las más conmovedoras lágrimas caen sobre las ventanas de la galería, que ven hacia el Río Hudson, que discurre hacia el Sur. Es difícil no entristecerse cuando uno ve a través de estas lágrimas, lo hacen a uno pensar en razones para llorar. Las lágrimas que llueven sobre los sujetos de las fotografías atraviesan y desgarran varias partes de sus cuerpos. Estos hombres están simultáneamente penando y están siendo penados, extrañando y extrañados. Aislado de esta exhibición, entendería estos retratos directamente; existe un dolor físico que se inflama de tristeza y añoranza. Refiriéndonos nuevamente a los retratos de yodo y viéndolos desde el otro lado de la galería, a través de la reja de cristal, estos desgarres parecen ser las partes de los hombres que se atoraron en las púas y nunca sanaron. Siendo que los retratos de yodo y la vajilla dan rostro a los inmigrantes, estas agudas fotografías evocan un sentimiento de amor interrumpido muy sensual. Sin que Velasco lo supiera, estos retratos ilustran maravillosamente las dos últimas estrofas del poema de Elizabeth Best, “Alambre de Púas y Rosas”. Llevo en mi carne muchas espinas filosos recuerdos de sagrados desgarres nacidos de muchos avatares enamorados del yo colectivo. Naturalmente, repetidamente intento alcanzar la perpetua rosa de tu amor sabiendo que dejaré jirones colgando de las púas de circunstancias que nos interceptan constantemente. Una fotografía grande, de hecho lo primero que uno ve al entrar a la galería, es de una mujer ajustando un sílice alrededor de su pierna, con otro sílice ya colocado sobre su pecho expuesto. Esta especifica, extrema, invención Católica es una de entre muchas imágenes Cristianas que aparecen el la exhibición. También hay un armatoste que Velasco ha reacondicionado con una pantalla plana miniatura, en el centro de la cual encontramos a Cristo sufriendo, animado en una producción de video. Está atrapado como el genio de la botella, pero no está pacientemente esperando ser liberado; está enojado y claustrofóbico. Su sufrimiento proviene de todas las trampas del ceremonial y la pompa Católica y las esperanzas sobrehumanas depositadas en él durante milenios. Otra pieza religiosa es una corona de espinas de cristal apoyada en una elegante y pachona almohada rojo brillante. En ella, bordadas en oro, aparecen las letras “HIV”. Esta corona de espinas tiene una apariencia como si estuviera a la venta en una lujosa joyería puesto que es nueva y brilla bajo la fuerte luz de la galería. Su presentación parece disponerla para una ceremonia de coronación. Pero ¿Quién se arrodillará ante ella para llevar la carga del pecado y la infección? Otra parte de la muestra, que recuerda el poema de Best y el daño provocado por el sílice, cuelga literalmente al fondo de la galería, directamente frente al armatoste. Por mucho, es la pieza que nos deja perplejos. Simultáneamente es repelente y estimulante. Mientras que las demás obras tienen capas de significado bajo la superficie visual inmediata, esta tiene muchísimas claves gráficas. La pieza es un colgador de ropa transparente, suspendida del techo y en el que Velasco ha colgado 19 ganchos de cristal hechos a mano, cada uno de ellos soportando un artículo de vestuario. Desde lejos, el material asemeja fina seda pero al acercarse a inspeccionar, uno se encuentra delgadas, carnosas piezas de goma que han sido vaciadas de partes del cuerpo. Algunas de estas piezas asemejan medias de nylon o guantes de látex mientras que otras son tops sexy o corsés. Simultáneamente vemos piezas de cuerpos, lencería provocativa y recuerdos carnosos. El guardarropa trae a la mente crímenes cometidos en campos de la muerte, violación y mutilación, aun cuando tiene una apariencia de alta moda. Cada pieza tiene una etiqueta pegada que es tanto un logotipo de diseñador como una identificación del anfiteatro, la morgue. En la etiqueta se encuentra una pequeña fotografía de la parte del cuerpo de donde se obtuvo y las siguientes categorías están impresas y cumplimentadas en manuscrito: Género: Edad: Altura: Peso: Región de la Piel: Debido a que este colgador de ropa cuelga frente al armatoste, los jirones de hombre y mujer de Velasco introducen la idea de la carne como una barrera, en la que la sensualidad y el pecado, la modestia y el descaro se comercian. También se nos recuerda que la oportunidad de evadir todas las trampas de la moralidad y la ambigüedad sexual puede estar tan cercana como quitarnos un par de calcetines. Los argumentos de Velasco de una religión que se enfoca tanto en los sufrimientos terrenales nos ofrecen una perspectiva muy interesante sobre el deseo y la resistencia necesarios para un cruce fronterizo. Desde luego, el mayor incentivo es monetario y el deseo muy humano de mejorar la condición de cada uno en este mundo pero, ¿es el cruce en realidad un acto de fe y un juego de pasión extrema? Ciertamente, todos los elementos en la exhibición de Velasco nos sugieren esto: las “líneas sutiles” entre el alambre de púas y una corona de espinas, sangre y purificación, ilusión y desilusión. Si esto está en la mente de los que cruzan la frontera, ciertamente no esta en la conciencia del gobierno Mexicano, que el año pasado creo y distribuyó un libro ilustrado con caricaturas, del tamaño de la palma de la mano, “Guía del Migrante Mexicano”, para sus ciudadanos que se aprestan ha realizar la jornada. No es un folleto de advertencia y ciertamente, no presenta un marco legal. De hecho es, un manual de supervivencia. Esta publicación, en las talentosas manos de Velasco, se convierte en la pieza más recargada. Para empezar, ha creado un estuche de metal abisagrado para la publicación reforzando este estuche con metal, dándole un lugar más permanente en el mundo así como un poco de apariencia folclórica. A partir de aquí, Velasco salta todas las bardas y muestra su inteligente humor y traviesa picardía al hacer que el texto de la caricatura sea cantado en el estilo de una gran aria operística. Una grabación de la versión del contratenor Santiago Cumplido de la “Ópera para Migrantes Mexicanos” presentada originalmente en la Embajada de España en México, se reproduce en la galería en una pantalla de plasma. Lo que es interesante acerca de esta pieza es que es el único trabajo abiertamente político en la muestra y sin embargo no existe nada absolutamente visual sobre ella. La obra de Velasco no es arte de protesta o propaganda y así, al ser visualmente apolítico, Velasco es extremadamente político. Sabe que su influencia trabaja a un nivel mucho mas profundo. La ópera no es el único lugar de la muestra en el que el lenguaje aparece. También hay libros, uno salpicado con lágrimas de cristal y tres más que están perforados por vueltas de alambre de púas transparente. Los libros son de la Francia del Siglo XIX, sus páginas llenas de escritos sobre moralidad. Las púas de cristal brotan de las páginas como si fueran trampas de las palabras. Mientras que la reja de cristal vuelve a lo visible, invisible, estos alambres hacen justo lo opuesto; materializan los sentimientos entre líneas que contradicen las lecciones morales. La obra de Velasco es la perfecta expresión del trabajo comisarial realizado por Rovirosa, cuya galería busca atraer arte conceptual contestatario a Nueva Cork. Una semana antes de la inauguración de Línea Sutil, ART&IDEA, invitó al público a conocer su espacio para observar a Velasco en acción, armando algunas piezas e instalando su obra. Al presenciar la muestra en su noche inaugural pensé no tanto en que fue instalada, sino que fue desempacada. Aun cuando Velasco puede acercarse al dilema Mexicano desde una experiencia personal: creció en La Línea de la Concepción, un pueblo Español frontera del poderoso Peñón de Gibraltar, existe un completo, quizá completamente inconsciente subtema para Línea Sutil: el de la migración del artista y su obra. Sería desafortunado perder de vista el detalle que la obra de Velasco fue detenida por la aduana de los Estados Unidos durante una semana y que sólo fue liberada cuando se presentó Rovirosa y la declaró como “material educativo”. Al escuchar esto, bromeé con Rovirosa acerca de que Velasco pudo haber presentado la muestra en la aduana de los Estados Unidos por esa semana pero quizá los oficiales vieron su obra de la manera mas apropiada, durante su muy cumplida inspección. No es por hacer de menos la obra en cuestión, pero debe de ser un giro placentero para cualquier artista conceptual su paso hacia la creación de otro diálogo acerca de un tipo más teórico de migración a través de las interminables barreras fronterizas: la migración del arte y las ideas. Para mayor información acerca de ART&IDEA, por favor visite: www.art-idea.com
01.02.2007
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04.02.2020 10:17
Letošní 50. ročník Art Basel přilákal celkem 93 000 návštěvníků a sběratelů z 80 zemí světa. 290 prémiových galerií představilo umělecká díla od počátku 20. století až po současnost. Hlavní sektor přehlídky, tradičně v prvním patře výstavního prostoru, představil 232 předních galerií z celého světa nabízející umění nejvyšší kvality. Veletrh ukázal vzestupný trend prodeje prostřednictvím galerií jak soukromým sbírkám, tak i institucím. Kromě hlavního veletrhu stály za návštěvu i ty přidružené: Volta, Liste a Photo Basel, k tomu doprovodné programy a výstavy v místních institucích, které kvalitou daleko přesahují hranice města tj. Kunsthalle Basel, Kunstmuseum, Tinguely muzeum nebo Fondation Beyeler.
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