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Entrevista a Luis CamnitzerRevista Umělec 2007/201.02.2007 Drew Martin | en cs de es |
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Umelec, como otras revistas de arte, discute y reproduce arte. De hecho, la única cosa que es contenido original son los textos de la revista así como el formato. Los textos son diversos y oportunos y las imágenes son de buena calidad pero ¿Qué efecto en nosotros tienen este mediar e interpretar? ¿Cómo es que el verbalizar algo visual, en diferentes idiomas y el imprimir una segunda generación de una imagen original (especialmente escultura) altera y prejuicia nuestra interpretación del arte? Parafraseando a Franz Kafka, “si tienes que escribir cartas de amor, algo está mal”.
En una entrevista reciente realizada por correo electrónico con Luis Camnitzer, artista conceptual, comisario de arte y autor, discutimos estos asuntos de contexto. Umelec: Típicamente, una entrevista con un artista es acerca de su persona o su obra, yo quisiera iniciar preguntándote acerca de este tipo de discusión que encontramos en una entrevista. ¿Qué es una reseña artística, un ensayo sobre arte o una conversación sobre arte? ¿Es un subproducto de la obra, una extensión de la obra, la continuación de un diálogo que el artista inicia con nosotros, el futuro y destino de una pieza o acaso es la ultima meta/recompensa de la obra? Camnitzer: En realidad depende de por quién y dónde es escrita. La escuela prevaleciente de reseña en los Estados Unidos se basa en una descripción con la intención de facilitar el consumo. Pero yo diría que sí, debe ser una extensión de la obra de arte y una forma de retroalimentacion. Yo tiendo a escribir solamente cuando quiero entender algo hacia lo que la obra me está llevando. En ese sentido, no me siento particularmente dueño de lo que escribo. Siento que, de alguna manera, el autor verdadero es el artista. En esta forma de escribir, las ideas que pueden aparecer nunca se me hubieran ocurrido a mí mismo y me vuelvo más como un médium. Otra parte es el análisis del o los problemas que el artista este tratando de resolver y ahí, el que reseña puede proponer crítica sobre el rigor de la formulación, o lo apropiado de las soluciones. En este caso, existe un acto de evaluación que sólo es valido cuando no está influenciado por el gusto personal. Al final un texto sobre arte solamente es interesante si el arte que se discute se convierte en un generador de ideas que trascienden la obra y que nos llevan a discusiones o percepciones más sistemáticas. Todo lo anterior sitúa a un buen texto en el campo del buen arte. Así, puede llegar a ser satisfactorio, pero nunca un reconocimiento. Umelec: ¿Puedes darme un ejemplo a partir de tu propia colección de obra donde la anticipación de cómo sería discutida influenció en el cómo te comportaste al crearla? Camnitzer: Yo diría que en algún momento este es siempre el caso. Creo que el arte es una forma de manipulación y comunicación, por esto, siempre tengo en mi mente lo que espero lograr y como lograrlo. Esto es particularmente importante cuando se tocan asuntos políticos. Pero aun cuando hago trabajo puramente especulativo, al final tengo que empaquetarlo (es decir, lidiar con la estética) de una manera que atrape al observador (el ser atrapado no necesariamente está conectado con que le agrade). Umelec: Con relación a la reseña artística y tu propio trabajo. ¿Preferirías tener a alguien que encuentre tu trabajo sin ningún conocimiento previo y que posiblemente no entienda tus intenciones y el mensaje de la pieza, o preferirías a alguien que ve tu obra después de que él o ella han leído una reseña y están “preparados” para ella? Camnitzer: No tengo preferencia. Pero sí presupongo que: Asumo que soy un creador anónimo que tiene que pasar su mensaje sin ayuda alguna. Así que asumo una ausencia de reseñas, así como una ignorancia de mi trabajo anterior, lo que convierte al “auto-citarme” en una actividad carente de significado. Umelec: Puedo parecer redundante al insistir en esta idea de la mediación pero es que creo que es importante en este contexto, las páginas de una revista. Esta es una publicación. No es un museo, galería o espacio público. Aún si una fotografía se pusiera aquí a la escala exacta del original probablemente no tendría la misma calidad y estaría de un lado de la página, para ser volteada, quizá sin verla. Camnitzer: Umelec: ¿Por qué incluiste estas imágenes en particular? Camnitzer: Ambas piezas me gustan y no dependen de haber visto los originales. Umelec: Cada artista, escritor o músico, destila sus propias experiencias en el medio que él o ella conoce mejor. ¿Existen tópicos que trates de explorar donde encuentres que el arte conceptual/visual quizás no sea el mejor acercamiento: que posiblemente el sujeto sería mejor manejado por la literatura o la música? Camnitzer: Creo que ese es el caso solamente debido a que estamos educados dentro de una tradición disciplinaria. Digo esto en el sentido de la fragmentación del conocimiento, aun cuando la interpretación autoritaria es válida también. Yo no considero que cuando escribo, hago labores de comisario de arte, facilito el aprendizaje o aprendo con otros (no me gusta la palabra “enseñanza) estoy haciendo algo diferente. Todo es acerca de identificar mi ignorancia y tratar de trascenderla, acerca de compartir mi ignorancia y ayudar a otros a trascenderla. El medio debe de ayudar a esto y su selección es determinada por esta necesidad, no por lo poco o mucho que yo haya podido aprender en la escuela. Umelec: Recientemente leí una declaración de Claes Oldenburg: “Adquirir certeza sobre un sujeto es un proceso que toma un periodo de tiempo, inicia con pistas desde varias fuentes y termina en una especie de monomanía, en la que el sujeto, por coincidencia suprema, lo significa todo –un inventario de la naturaleza en todos sus estados, incluyendo los opuestos”.(1) Si puedes identificarte con lo anterior ¿Es algún tipo de ceguera, un Cáliz Sagrado del arte o el Aleph de Borges bajo cada escalera? Camnitzer: La declaración es un poco vaga debido a que no se lo que “sujeto” se supone que signifique aquí. En cualquier caso, si creo en el Aleph como un modelo. Como en el negativo de un holograma, cada fragmento contiene toda la información del todo, y al final es tan solo un asunto de educación el ser capaz de decodificar el todo a partir de ese fragmento. Es por eso que creo que el arte no es tan solo información transmitida, sino que es otorgar poder a la decodificación y generar esa información. Es tanto investigación como compartir esa investigación. Creo que muchos artistas tratan de crear un Aleph. Yo solamente quiero ayudarlos a descubrirlo. Umelec: En “El Shock de lo Nuevo” Robert Hughes escribió: “Es difícil pensar en cualquier obra de arte de la cual uno pueda decir, esto salvó la vida de un Judío, un Vietnamita, un Camboyano. Libros específicos, posiblemente: pero, hasta donde uno puede decir, ninguna pintura o escultura. La diferencia entre nosotros y los artistas de la década de los 20, es que ellos pensaban que dicha obra de arte podía crearse. Quizás era una cierta ingenuidad lo que los hacía pensar así. Pero ciertamente es nuestra pérdida que nosotros no lo pensemos.”(2) Hughes es un sentimental. ¿Es esta sentimentalidad lo mejor que podemos hacer o existe alguna razón para ser optimista y esperar la llegada de un poder superior en el arte? Camnitzer: No me gusta particularmente esa declaración, parece en si misma un poco ingenua. En realidad nadie creyó en ella nunca. Lo que se creyó fue que el arte podía mejorar al mundo en términos más generales. Lo que perdimos fue la noción y el asumir la responsabilidad que viene con ello, que el arte es un formador de cultura. Actualmente, el arte es un medio más de producción de objetos de consumo y estamos en un mundo que forzaría a Einstein a pensar ciertas cosas solamente si encontrara un editor que le asegurara un mínimo de ventas de cualquier libro sobre esas cosas. Si tratáramos con la formación de cultura, diferenciaríamos entre los distintos impactos éticos de nuestro arte, preocupándonos con el arte como una herramienta que nos ayuda a tomar sentido de las cosas y a mantener nuestra salud mental y lo veríamos como un proceso que conduce a la libertad y al poder. Si ese fuera el caso, estaríamos salvando muchas más vidas como las de un Judío, Vietnamita o Camboyano (solo por respetar la lista de Hughes). Umelec: En la misma página del “Shock de lo Nuevo”, Hughes escribió también: “Desde 1937, ha habido muy pocas obras de arte que contengan referencias políticas… Pero la idea de que un artista, al hacer pintura o escultura, pudiera insertar imágenes en la corriente del habla pública y de esta forma cambiar el discurso político se ha perdido, probablemente para bien, junto con la idea del Siglo XIX del artista como hombre público. Los medios masivos le quitaron el habla política al arte”.(3) Eso lo escribió hace ya más de veinte años. ¿Sigue siendo válida esa idea o han tomado, tú y algunos otros artistas, las riendas nuevamente? Camnitzer: Creo que sigue siendo cierto hasta cierto punto. Los anuncios políticamente correctos de la compañía Benetton durante los años 80s y 90s fueron un gran ejemplo de la importancia de la compresión del texto. Pero eso solo significa que debemos tratar con el sub-texto. La mayoría del arte político sólo informaba sobre contenidos políticos utilizando analogías literarias. Eso sólo era posible durante periodos en los cuales el arte se definía por su contenido literario y, de alguna manera, no era más que un remanente del Siglo XIX. Yo creo que estamos más allá de eso, aun si los medios no hubieran desgastado el terreno. Nunca tuvo una gran importancia (no tenia por qué tenerla) para el mundo el que yo esté a favor o en contra de una guerra. Mi función no es diseminar mi opinión. Mi función es ayudar a las personas a tomar sus propias decisiones. Siendo un manipulador, yo por supuesto, trataré de arreglar el proceso para que esa decisión coincida con mis creencias. Pero esto lo haré sin fanfarronear arrogantemente. No es acerca de tomar las riendas. Al momento que las tomas, las has perdido. Es acerca de subversión. Umelec: También, para mi propia curiosidad, Cuál fue o es tu relación con el Drawing Center en SoHo? Recientemente visité la exhibición actual, de la que fuiste comisario: Eleanore Mikus: De Concha a Piel. Camnitzer: Fuí el comisario del Programa Visual por más de seis años, a cargo de los artistas “emergentes”. Siempre que tenía un proyecto sobre el que sentía fuerte interés y que estaba fuera de mi territorio, lo proponía y usualmente era capaz de llevarlo a cabo. De esta manera, fui comisario de exhibiciones como la de Chago (caricaturista de las guerrillas Cubanas antes del triunfo de la Revolución y un poderoso artista después de este), Meter Minshall (Coreógrafo del Carnaval de Trinidad), León Ferrari (precursor Argentino del conceptualismo), y ahora Eleanore Mikus. Todos ellos son artistas des… poco conocidos en los Estados Unidos, ya sea debido al arraigado provincialismo o, como en el caso de Mikus, la injusticia histórica. En ciertas formas, se trataba de hacer visible lo invisible, lo que en si es una propuesta artística. Renuncié a mi posición en el Drawing Center el pasado Marzo, en solidaridad con Catherine de Zegher cuando ella se fue. Al momento que decidimos irnos, los proyectos en los que todo el equipo estaba trabajando se encontraban en un punto que permitiría a la institución funcionar hasta que el nuevo personal fuese contratado. Esto fue algo bueno, puesto que al momento de escribir esto, solamente mi posición ha sido ocupada nuevamente. Mientras tanto, los otros curadores se han ido a otros lugares y sus posiciones también tienen que ser ocupadas. Así que, nuestro planeamiento para todos las exhibiciones (exceptuando una) hasta Septiembre del 2007 resulto ser una muy buena idea. Yo propuse la exhibición de Mikus hace tres años y regresé como comisario invitado debido a que Eleanore insistió en que yo fuera el comisario. Regresareé el próximo Septiembre para una exhibición de Selecciones (arte-No-Declarativo) debido a que es una exhibición teórica e ideosincrática y yo debo asumir responsabilidad sobre ella. Umelec: He estado siguiendo ligeramente la situación del Drawing Center en el local del Centro de Comercio Mundial y existen muchos artículos en línea que sobre-simplifican los dimes y diretes entre el Centro y el “publico”. En pocas palabras, había preocupación de que el Centro mostrara obras que podrían “denigrar a América” y la Sra. De Zegher respondió que el Centro no seria “censurado”. ¿Cómo hubieras respondido en su lugar? Camnitzer: Obviamente yo hubiera reaccionado exactamente de la misma forma en que lo hizo Catherine de Zegher, y es por eso que entregué una renuncia muy extensa el mismo día en que ella anuncio su partida. Debo decir que en cierta forma, todo fue de alguna manera predecible y la idea de moverse al Punto Cero no fue particularmente brillante para empezar. Pero entonces, afortunadamente, mi posición en el Drawing Center era marginal y yo no estaba incluído en las sutilezas políticas del Consejo. Viéndolo desde fuera, es muy claro que la invitación para estar en el Punto Cero solamente era posible si implicaba una aceptación de las expresiones críticas como fundamentales para la riqueza cultural. De otra manera, aceptar la invitación le da al grupo que invita el derecho a opinar y censurar, o forzar la auto-censura. No se si esta discusión alguna vez tuvo lugar. En cualquier caso, hubo cinco artistas que fueron objetados. Uno de ellos fue Mark Lombardi, quien se suicidó en el 2000 y por esto, creyó que había expuesto las conexiones entre las familias Bush y Bin Laden, no se le puede culpar de ofender los terrenos sagrados. Los otros cuatro fueron artistas de mi programa que no están de acuerdo con el racismo y algunas generalizaciones gubernamentales, yo estoy orgulloso de ellos y espero que afilen sus herramientas aun más. Con respecto al aprovecharse de las circunstancias, no creo que se pudiera hacer mucho en este caso. Básicamente todos los involucrados se describieron bastante detalladamente y dejaron toda una serie de auto-retratos que son, o van a ser, considerados por otros. Ética y la esperanza de que vayan a prevalecer son realmente todo lo que le queda a uno para resistir el fundamentalismo. Luis Camnitzer es un artista conceptual nacido en Alemania (Lubeck, 1937), emigró a Uruguay en 1939 y vive en los Estados Unidos desde 1964. Es Profesor Emeritus de Arte en la Universidad Estatal de Nueva York, Colegio de Old Westbury. Fue curador del Programa Visual, The Drawing Center, Nueva Cork, 1999-2006 y es el curador pedagógico de la Bienal del MERCOSUR, Porto Alegre, 2007. Camnitzer se graduó en Escultura en la Escuela de Bellas Artes, Universidad de la República, Uruguay, donde también estudió arquitectura y después siguió escultura e impresión en la Academy de Munich. Camnitzer ha recibido varias becas, incluyendo dos Guggenheim y aun más reconocimientos y honores. La obra de Camnizter esta incluída en las colecciones de los principales museos de las Américas, Europa y el Medio Oriente. Es autor de numerosos artículos sobre las artes y es autor de varios libros: Nuevo Arte de Cuba, University of Texas Press, 1994/2004; Arte y Enseńanza: La ética del poder, Casa de América, Madrid, 2000; Didáctica de la Liberación: Arte Conceptual en América Latina, University of Texas Press, 2007. (notas) (1)Haskell, Barbara, Claes Oldenburg object Into Manument, Pasadera Art Museum, 1971, p. 87. (2)(3) Hughes, Robert, The Shock of the New, New York, 1981, p. 111.
01.02.2007
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04.02.2020 10:17
Letošní 50. ročník Art Basel přilákal celkem 93 000 návštěvníků a sběratelů z 80 zemí světa. 290 prémiových galerií představilo umělecká díla od počátku 20. století až po současnost. Hlavní sektor přehlídky, tradičně v prvním patře výstavního prostoru, představil 232 předních galerií z celého světa nabízející umění nejvyšší kvality. Veletrh ukázal vzestupný trend prodeje prostřednictvím galerií jak soukromým sbírkám, tak i institucím. Kromě hlavního veletrhu stály za návštěvu i ty přidružené: Volta, Liste a Photo Basel, k tomu doprovodné programy a výstavy v místních institucích, které kvalitou daleko přesahují hranice města tj. Kunsthalle Basel, Kunstmuseum, Tinguely muzeum nebo Fondation Beyeler.
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