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Sesión de VyšehradRevista Umělec 2008/201.02.2008 S.d.Ch. | Cultura | en cs de es |
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Sesión de Vyšehrad o El peregrinaje secreto de K. H. Mácha y V. Hanka
(Un bosque, en la distancia un lago, cerca un ciervo real, por el suelo cerdos, hay enormes conchas, corales y piñas. El amanecer. Entra en escena un monólogo creativo). K. H. MÁCHA: ...ku lásce zval hrdličky hlas1 ...eso no ...ku lásce zval hrdliččin hlas... menuda palabra, hrdliččin! Menuda provocación... este idioma checo... hrdliččin... y lo pienso dejar ahí... con dos č seguidas... qué monstruosidad. (Se sienta en una concha.) ¡Qué asqueado estoy por todo en este valle creado con la caída de un meteorito! ¡Además, hace mucho tiempo, aquí también había el fondo de un mar si tenemos en cuenta la porquería que hay por todas partes! (Se levanta y da una patada al coral.) Así empieza la obra de títeres también llamada La conspiración del astral: perfil del Apocalipsis nacional, que es otra excelente visión del futuro cultural checo. Fue escrita en 2002, representada por primera vez el mismo año en Nová Živhošť y adaptada para una nueva versión a finales del 2007. Los protagonistas son figuras de la historia cultural del periodo de principios del Romanticismo y del Renacimiento Nacional checo. El autor reúne aquí a dos antípodas. Al único poeta checo con lengua y destino verdaderamente artísticos, Karel Hynek Mácha, y a un filólogo temerario, a la vez también autor de ejemplos ficticios de la prehistoria literaria checa, Václav Hanka. A su lado poco a poco vamos encontrando muchos otros rostros de los libros de texto checos. Los guías y a la vez guardianes del astral aquí son el diablo, el polichinela como enviado del imperio del humor, la Muerte y la bolsa de té. En la visión del futuro entre las figuras conocidas nos encontraremos con Karel Gott, cantante de éxitos, Josef Švejk, protagonista de la obra humorística para adultos de Hašek que conformó el carácter checo, y la pareja retardada Spejbl padre y su hijo Hurvínek, marionetas de las degeneradas sátiras infantiles, fundadas sobre diálogos estúpidos. En la escena aparece a veces también Božena Němcová, la primera feminista y narradora de cuentos checa, aunque famosa sobre todo por su idealización del feudalismo. En el primer acto de la obra los dos protagonistas se dirigen juntos a la sesión espiritista anunciada por el Abad Azul2. La sesión ha de ser una muestra prometida de las personalidades culturales más importantes del futuro de la nación checa. En su camino son secuestrados por el diablo. Éste, en el infierno, les muestra el final amargo de los grandes del pasado checo. Esta alegoría llena todo el segundo acto y nosotros nos trasladamos al tercero, bajo la roca de Vyšehrad poco antes del inicio de la sesión. Los peregrinos aquí duermen, agotados por el largo viaje y por las penalidades de las visiones infernales. Ivan Mečl ABAD: Soy el Abad Azul, todos creen que soy un promotor del Renacimiento cultural... Pero yo en realidad soy el gran Mago Blanco... (Mira a su alrededor y ve a los durmientes.) ¡Vaya, quién está aquí! (Se inclina sobre ellos.) Ah, el versista y con él Hanka, el filólogo. ¡Hm! (Levanta la cabeza.) ¿Nadie más? Bueno, como quieran. Ignoren mis invitaciones y mis esfuerzos, ¡con más razón aún llamo hoy desde el reino astral a los espíritus nacionales futuros! (A los durmientes.) Eh, despierten. (MÁCHA y HANKA se despiertan a la vez.) K. H. MÁCHA (adormecido): ¡Ay! Aquí el promotor del renacimiento nacional. V. HANKA: ¡Salud, Abad Azul! ABAD: ¡Salud a ustedes! (MÁCHA aprovecha la situación y se expresa inesperadamente.) K. H. MÁCHA (a Hanka): ¡Ahora reconócelo, Hanka! V. HANKA (inesperadamente tranquilo): ¡El Abad no es el rostro de la nación! Al menos, no todo. K. H. MÁCHA: ¡Cobarde! ¡Ahora mi único amigo es Karel Sabina3! ABAD (tose, confuso): Ejem, ejem... En el plano astral me he enterado de que este lugar en el futuro será llamado Tatra Smíchov... Y por ello lo he escogido para mi gran sesión... ¡La Sesión de Vyšehrad! ¿Estan listos para ver grandes cosas? V. HANKA: ¡Sí! K. H. MÁCHA: ¡Yo solo veo cosas grandes, pues soy un poeta! ( Inesperadamente, plena de expectación y con buena fe, entra BOŽENA NĚMCOVÁ.) ABAD: Božena, ¿qué quieres? Ésto es cosa de hombres. NĚMCOVÁ: Ajá. ¿Y la cuestión femenina? ABAD: Ésto no es magia, Božena, luego hablaremos… NĚMCOVÁ: Ajá. (Se da la vuelta sobre sus talones y se marcha tranquilamente.) K. H. MÁCHA: ¿No era la escritora checa esa? ABAD: Sí, Němcová. ¿Conocen a su abuela? V. HANKA: Nunca en mi vida había visto a esa dama. (Llega flotando una bolsa de té y vuelve a irse.) ABAD: Es la hora del té de la tarde. El mejor momento para comenzar la sesión. Tomen sus lugares operativos, ¡usted, Hanka, a la izquierda, Mácha a la derecha! ABAD: Conjuro a los poderosos espíritus del astral... ¡a vosotros! ¡Abrid la cortina del reino de las cosas futuras y dejad desfilar ante nuestra vista las futuras figuras que guiarán nuestra vida nacional y revelad así el fruto de nuestro esfuerzo en el campo de lo checo! (No pasa nada.) V. HANKA (tras unos momentos): Las figuras que nos guiarán no vienen… K. H. MÁCHA: Mi presentimiento funesto se intensifica... ABAD: De nuevo os... conjuro, espíritus poderosos. ¡Mostradnos aquí, en el suelo sagrado de Tatra Smíchov, lo que os pido! (No pasa nada.) K. H. MÁCHA: ¡Mi presentimiento funesto se ha intensificado hasta un grado máximo! ABAD (continua pertinaz, su emoción se va intensificando): Por tercera vez os advierto de que se trata del número mágico, soberanos del astral, ¡os llamo! En nombre de la nación checa, ¡mostrad el futuro! (Durante unos momentos no pasa nada, entonces llega con gran estrépito el DIABLO.) DIABLO: ¡Blblblbl! (Al Abad.) ¡Abad, el infierno te advierte! ¡Deja la sesión! ABAD: ¡Tú, diablo, no me asustas! ¡Soy un Mago Blanco y nada puede pasarme! DIABLO: Como desees. ¡Empecemos! (Oímos acercándose un diálogo absurdo entre un padre y un hijo, protegido por la Sociedad General de Autores, basado en juegos fáciles con sinónimos, homónimos y antónimos. Tras el diálogo aparecen también sus autores, SPEJBL y HURVÍNEK, que tras los terribles chistes se quedan desde entonces en el fondo de la escena, en silencio.) ABAD (tiene una buena pregunta): ¿Quiénes son estos idiotas? ¿Qué significa esta materialización oscura? K. H. MÁCHA: Me lo imaginaba... ČERT: Os he avisado. ¡Disolveos mientras estéis a tiempo! ABAD: ¡No llames al diablo, macho cabrío! ¡Espíritus, cumplid mi voluntad! (Durante unos momentos nada y después la MUERTE, hablando con su tradicional voz metálica.) MUERTE: Abad, ¡el inframundo te da una advertencia! ¡Abandona la sesión! ABAD: ¡Tú tampoco me asustas, Muerte! ¡Igualmente te tengo entre los dientes! ¡Soy un Mago Blanco y no me puede pasar nada! MUERTE: Como quieras. ¡Continuemos! (Entra a escena tambaleándose ŠVEJK, bien borracho, bebiendo la cerveza que tiene agarrada.) ŠVEJK: Ante todo calma. K. H. MÁCHA: Una criatura estúpida en el erario. ¡Su estupidez me abrasa más que una llama! SMRTKA: Os lo he advertido: es el buen soldado Švejk. ¡Id con cuidado! La mayoría de las veces lleva tras de sí la cola poderosa de una maciza visión. En ella está su imagen de la felicidad póstuma. (El espacio se llena con una aparición extraña: una visión. Un aldeano del lugar con una mesa, se sienta tras ella y dos Švejks idénticos brindan con jarras de cerveza, todo subrayado con la inscripción en rojo «Ante todo calma». La MUERTE continúa.) ¡Mirad, aquí está! El cielo como taberna, en ella beberán eternamente la primera cerveza... (La visión retrocede, se marcha técnicamente el bastidor oscuro que durante unos momentos ha cubierto todo el escenario.) K. H. MÁCHA: ¡El infierno! DIABLO: ¿Qué infierno? ¡Es a donde vamos! SMRTKA: ¡Disuelve la sesión, Abad! ABAD: ¡Nunca! ¡Espíritus, dejaos de bromas estúpidas y cumplid mis directivas! MUERTE (complaciente): Pero si es lo que están haciendo... ABAD: Imposible, ¡no me lo creo! (La actitud mágica recuerda ya a un calambre.) ¡Continúo! (Nada, seguido del salto del gracioso POLICHINELA.) POLICHINELA (sobre el tintineo de sus cascabeles): Abad, ¡el imperio del humor te avisa! ¡Detén la sesión! ABAD: ¡No tengo sentido del humor! POLICHINELA: ¡Como veas! ¡El siguiente! (Cantando el éxito «Endulzaré mi café» entra bailando el popular cantante KAREL GOTT con su gran cabeza.) ABAD: ¡Dios! DIABLO: ¡Bien lo has dicho! HANKA: Éste lo conocemos del infierno... ¡el monstruo eternamente joven! MUERTE (basándose en una realidad anterior): Hoy tiene la cabeza muy grande… K. H. MÁCHA: Es un imbécil... ¡hasta la Muerte lo reconoce! POLICHINELA: Qué va, solo es expresivo. ABAD (evidentemente ya obsesionado): Espíritus, os lo ordeno, enviad a un intelectual, ¡aunque sea alemán! (Entra NĚMCOVÁ.) NĚMCOVÁ: ¿Me han llamado? ABAD: En absoluto, Božena, ¿qué haces aquí? NĚMCOVÁ: Vengo por la cuestión de la mujer. ABAD (ya no se domina): Te la puedes... (la autora de La abuela acaba la frase.) NĚMCOVÁ: ...dejar para luego. De acuerdo. Hasta luego. (Se va.) K. H. MÁCHA: ¿No era ella? ABAD (le corta): ¡Claro! (Como si saliera de la tierra, hay un niño con traje de marinero, discreto y solitario como suelen estar entre grupos de adultos. Es el pequeño K., el ABAD lo alude.) ¿Quién es este niño? DIABLO: El pequeño K. ABAD: ¿Quién? MUERTE: Kafka. Intelectual alemán... como querías. ABAD: ¡Alemanes no quería! MUERTE: Sí que querías. POLICHINELA: Kafka es judío, Muerte. DIABLO: Es judío alemán. V. HANKA (interviene inesperadamente): ¿No es un judío alemán de Praga? DIABLO (le hace callar): ¡Cierra el pico, falsificador! V. HANKA: ¡Cómo te atreves! (El murmullo del niño interrumpe el principio de pelea.) PEQUEÑO K. (en alemán): Mich dürstet... MUERTE: Tiene sed, el pobre. (Se mete ŠVEJK con su cerveza solo arrancable con cirugía.) ŠVEJK: Hola, amigo. ¡Bebamos! ¡A empinar el codo! (Le da de beber.) PEQUEÑO K. (aparta la nariz de la jarra): Danke, Herr Soldat! ŠVEJK: Ya lo ves, ¡pequeñín! Yo conocí a un dependiente, un tal Hovňousek, de nombre Hodkovičky, y una vez... (El relato de Švejk es interrumpido por una efusión desesperada del poeta.) K. H. MÁCHA: Callen a este idiota. ¡Estoy sufriendo como un perro! ABAD (con los ojos de un loco): ¿Todo el astral ha conspirado contra mí? ¿Es un complot del astral? ¡Espíritus, os lo suplico! ¡Enviad al mayor! ¡Enviad al monstruo nacional! (Tras un momento de silencio retronador llega flotando la BOLSA DE TÉ.) BOLSA DE TÉ (volando): El té te lo advierte, Abad. ¡Lo que pides es cafeína pura! ABAD (amenazando en dirección a la bolsa): ¡Desaparece, bolsa! (Ésta se queda suspendida en su sitio.) ¡Y vosotros, malditos soberanos del astral, cumplid mi voluntad cueste lo que cueste! (Tras un momento largo entra como un robot en el escenario la macabra figura del GRAN HURVÍN. Este títere de los cuentos de la televisión está ahogado por la oscuridad oscilante, que ilumina siniestramente la superficie de sus rasgos, gestos, movimientos y pliegues de la ropa. Sin decir palabra llega hasta el centro del escenario. HURVÍNEK gira los ojos como lo hace con SPEJBL.) ABAD (atacado): ¡Nooo! ¿Qué clase de monstruo es éste? (Cae de rodillas) MUERTE (algo confusa): Es el monstruo nacional... ¿no? POLICHINELA: ¡Es el Gran Hurvín! ¡Bienvenido, Hurvín! (Éste se queda como una estatua, casi en el proscenio.) DIABLO (instructivo): ¡Es un cóctel letal de las disposiciones anímicas de Švejk y Gott! ABAD (muriéndose): Soy el gran Mago Blanco, ¡pero esto no tenía que pasarme! ¡Me muero! (Se derrumba al suelo. Momentos de un silencio penoso, todos miran a la MUERTE, ella mira a los demás sin entender.) ABAD (repite desde el suelo): ¡Me muero! (La Muerte finalmente entiende y le corta la cabeza con el filo de su guadaña. El ABAD muere.) V. HANKA: ¡El Abad está muerto! Es su final. HURVÍNEK (en un momento absolutamente inoportuno piensa que ha conocido a su padre verdadero y lanza un grito de alegría): ¡Papito! (Se lanza al GRAN HURVÍN, que sin misericordia le insulta mecánica y crudamente, HURVÍNEK cae fulminado sobre el cuerpo del Abad.) K. H. MÁCHA (práctico): Pues ya deberíamos... (Entra también muy oportunamente NĚMCOVÁ.) Señora Němcová, la cuestión de la mujer ya no la solucionará... su consultor ha fallecido. (Señala los cuerpos inertes y considera oportuno especificar.) Me refiero al Abad... el de arriba sólo es un calumniador. NĚMCOVÁ: Ajá... pues entonces ya vendré en otra ocasión. (Se marcha.) K. H. MÁCHA (más bien para sí mismo): No sé si será diferente. ŠVEJK (chascando la lengua, lascivo): ¡Qué pedazo de mujer! Yo conocí a una moza que iba a casa de los Bucek para... (No acaba, porque MÁCHA le coge del cuello, histérico.) K. H. MÁCHA: ¿Se puede estrangular a una visión? (La pregunta por supuesto es retórica, estrangula al soldado, lo suelta y pronuncia proféticamente.) ¡Horror de horrores! ¡Esta sesión no es más que un terrible kitsch! MUERTE: ¡Es la apoteosis del kitsch, poeta! K. H. MÁCHA (se vuelve esperanzado hacia la Muerte): Ay, Muerte, eres aquí la única, excepto Němcová, que siempre se va a alguna parte, eres una mujer. La mujer es la verdad, ¿todo ésto es verdad? ¡Cuéntame! ¿Es esta horrible mascarada nuestro destino nacional? ¿Seremos... y dejaremos de ser? MUERTE: ¡Sólo es su reflejo insignificante, Hynek! K. H. MÁCHA: ¡Entonces quiero descansar entre tus benignos brazos! MUERTE (de repente llena de reservas): ¡Espera a que llegue tu momento, Karel! No conviene tener prisa. Pero cuando silbe mi guadaña te convertirás eternamente en el alter ego de Švejk, la pareja de su visión de taberna. Tú eres el de la derecha. K. H. MÁCHA: ¡Entonces prefiero ser inmortal! MUERTE: ¡En este caso compartirás con Hanka un solo cementerio! ¡El que está en la roca! (Señala Vyšehrad.) … ŠVEJK: ¿Qué, hermano, hace una cerveza? (El poeta empieza a correr bruscamente.) K. H. MÁCHA: ¡Aparta, Satanás! DIABLO: ¡Bravo, poeta! ¡Has descubierto mi auténtico rostro! Realmente en esencia soy un soldado con una jarra de cerveza. ¡Por Dios! K. H. MÁCHA (desesperado): ¡Aquí se dibuja el PERFIL DEL APOCALIPSIS NACIONAL! En castigo por su futuro, legaré a la nación checa en mi mayor obra el adjetivo hrdliččin para siempre. Total mi nombre verdadero es alemán, ¡me voy a Italia! (Se vuelve para salir.) V. HANKA: ¡No te marches, bardo! K. H. MÁCHA: Me voy... no te aflijas... juntos nos pudriremos. Abandono esta Sesión de Vyšehrad que tiene lugar en Smíchov. ¡Tiro la toalla! No te entiendo, no me entiendo a mí mismo, no entiendo nada... no entiendo nada dentro de mí. ¡Pero una cosa sí que la sé! «Largo es mi camino y es inútil gritar4». (Se marcha.) DIABLO (tras él): ¡Pues a la tercera, adiós! (burlón) Volcán poético... ¡Y a ti también te llevaré conmigo! (llama a Hanka, que al huir se cruza con NĚMCOVA, que entra.) ¡Menudo infierno! NĚMCOVÁ (al diablo): ¿Me lo decía a mí? DIABLO: Qué va, su infierno está aquí. NĚMCOVÁ: Ajá. ¿Y la cuestión de la mujer ya la han desechado por completo? DIABLO (momentáneamente despierto): ¡No! ¡Karel, soluciónala! Esto te hace... un monstruo. (Un ruiseñor de oro5 se lleva a la escritora tras el escenario por la interpretación del clásico de Karel Gott «Ven, te enseñaré el camino al paraíso». Esto es comentado con expresiones incomprensibles por la bolsa de té, que se eleva sin parar.) BOLSA DE TÉ: ¡No te vayas a manchar con el café! DIABLO (entiende el juego de palabras): Pero colega, él no cantaba «Endulzaré el café», sino... (el colega levitante no le deja acabar de hablar, enojado y resignado.) BOLSA DE TÉ: Ya, ya... ya lo sé... pero si sólo seré la antípoda de ese brebaje marrón. ŠVEJK (ceñudo): ¿Se refiere a la cerveza? (Apunta su cerveza al té.) DIABLO (le calma): Al café, Josef, al café... (a la Muerte) Yo ya lo dejaría, colega, ya empiezan a desvariar. (Cuando acaba de decir sus palabras endemoniadas, SPEJBL, el PEQUEÑO K. y HURVÍNEK, que se acaba de recobrar, empiezan, de momento de forma muy pasiva, a pedir como en un restaurante.) SPEJBL: ¡Un café, por favor! PEQUEÑO K.: Mich Tee, Herr Ober! HURVÍNEK (desde el cuerpo del Abad) ¡Una Mánička6! (ŠVEJK no se queda atrás.) ŠVEJK: ¡Otra cerveza! (Muestra su mano vacía.) MUERTE (Evalúa la situación de acuerdo con la invitación de su líder cornudo y se prepara para superar los inminentes excesos acabando con la sesión, porque aquí no hay nadie, a excepción del cadáver del Mago Blanco, sin valor, que esté fuera de la sesión. La muerte avanza hasta el centro del escenario, abre sus brazos y empieza a absorber hacia ellos todas las entidades materializadas, con excepción del oscuro Hurvín.): Es el final, niños. Venid a mí, amores míos, larvas astrales, reflejos infelices de la imagen de este pueblo que, cavado en la cuenca de un meteorito, os creó pensando que en medio de la banalidad y el kitsch no se sufre ni se muere. ¡Qué error fatal! ¡Yo gobierno sobre todo lo humano! Incluso sobre la vacuidad... Sólo yo soy la única... ¡ancla ontológica! Por eso, ¡que viva el que se lo meta en sus cabezas! ¡Que viva el Gran Hurvín! ¡La muerte espiritual de la nación de Vyšehrad! (Y como una madre a sus hijos, o como una directora de coro a sus cantantes, dispuestas entre sus brazos abiertos, la Muerte, con un movimiento íntimo y apenas reconocible como una señal, insta a sus abrazados pupilos espirituales a un grito común.) TODOS: ¡Viva el Gran Hurvín! ¡Viva el Gran Hurvín! ¡Viva el Gran Hurvín! (Éste, hasta ahora tieso, rompe su apatía y con un gesto automático de la mano detiene el griterío... En el silencio se oye una voz arrogante, asquerosa, nasal, reflejada de forma lacónica y seca por el torso destrozado, los restos ultrajados, caricaturas de palabras, de las que salen con horror cuatro casi-significados.) GRAN HURVÍN: Für mich Schwejk. Es la hora del té. Os salaré la calma. Una cerveza por Vyšehrad. (Estallan los redobles del conocido motivo Vyšehrad de Bedřich Smetana, a los que la bestia empieza, con ejercicios repugnantes, a imitar el agitar de alas: ta ta, ta ta, ta ta, ta ta... la música retumba y crece... ta ta, ta ta, ta ta, ta ta, y ¡ea!, con ella también el GRAN HURVÍN. Asciende como remolcado por bielas ocultas, como elevado por un montacargas invisible... y sube... y sube... ¡Hacia Vyšehrad! FIN DE LA OBRA 1 El poema más famoso de K. H. Mácha, Máj (Mayo) 2 Nombre con el que se conocía a Josef Dobrovský, filólogo e historiador checo del siglo XIX. 3 Escritor y periodista checo del siglo XIX. 4 Versos de introducción de su obra Máj. 5 El Ruiseñor de Oro (Zlatý slavík) es el equivalente checo de los premios Grammy. 6 Otro personaje de las historias de Spejbl y Hurvínek.
01.02.2008
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04.02.2020 10:17
Letošní 50. ročník Art Basel přilákal celkem 93 000 návštěvníků a sběratelů z 80 zemí světa. 290 prémiových galerií představilo umělecká díla od počátku 20. století až po současnost. Hlavní sektor přehlídky, tradičně v prvním patře výstavního prostoru, představil 232 předních galerií z celého světa nabízející umění nejvyšší kvality. Veletrh ukázal vzestupný trend prodeje prostřednictvím galerií jak soukromým sbírkám, tak i institucím. Kromě hlavního veletrhu stály za návštěvu i ty přidružené: Volta, Liste a Photo Basel, k tomu doprovodné programy a výstavy v místních institucích, které kvalitou daleko přesahují hranice města tj. Kunsthalle Basel, Kunstmuseum, Tinguely muzeum nebo Fondation Beyeler.
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